La imparcialidad es un concepto abstracto de naturaleza utópica en sí mismo.
Y lo defino de esta manera porque ciertamente, no es posible llegar a ser completamente imparcial ante cualquier situación que se presente.
Nuestra propia conceptualización sobre lo bueno y lo malo provoca la imposibilidad de alcanzar la perfección en la imparcialidad.
No podemos ser imparciales ante un hecho que se aprecie como injusto desde todos los puntos de vista.
Tampoco conseguiremos ser imparciales sobre una situación de maldad injustificada.
Pero, ¿cómo conseguir acercarse a un alto grado de imparcialidad y conseguir que los demás (o una gran mayoría) lo entiendan así?
Lo primero que debemos tener presente es que la abstención o el desentendimiento sobre una situación no es una demostración de imparcialidad. Eludir dar una opinión sólo constituye una posición interesada en evitar enfrentarse a la respuesta de los demás ante nuestro criterio.
Opino que la imparcialidad más «justa» sería la que soslaya los puntos de vista innecesarios centrándose exclusivamente en el cambio, la mejora o reparación de algo que está mal, que es erróneo, equivocado o que se le atribuye una naturaleza malvada.
Alabar un trabajo bien hecho no ocasiona que en el futuro esa persona realice su labor de otra manera, por lo que un elogio no tiene efecto sobre un resultado que ya de por sí es positivo.
Nadie espera palmaditas en la espalda por parte de su jefe al realizar su trabajo correctamente, porque en realidad esa es su obligación y la razón por la que cobra su salario.
Pocos aguardan una felicitación del Ministerio de Hacienda por pagar sus impuestos, ni de tráfico por no conducir borrachos, ni de las instituciones jurídicas por no haber cometido homicidios o robos durante sus vidas.
Sólo existe una forma de hacer las cosas bien y en cambio hay millones de maneras para hacerlas mal.
De tal forma que la imparcialidad debería desdeñar los aspectos obvios de las bondades y centrarse en las críticas de las perversiones.
Entonces, ¿cual es la mejor manera de ser imparcial y parecerlo ante los demás?
Centrando el enfoque de nuestros comentarios en criticar y reprochar todo lo que es malo, erróneo y mejorable de cualquiera de las partes.
Porque si hay algo en lo que todos estamos de acuerdo es en la lucha contra el mal, contra los errores y contra lo que se podría mejorar.
Rafa.