Durante mi vida he podido comprobar que en esta sociedad existen personas que viven al rebufo, utilizando a los demás como escudo para afrontar los problemas.
Se trata de individuos que en lugar de afrontar la vida por si mismos buscan unirse a alguien para que esa otra persona se ocupe de luchar y de enfrentarse a los problemas por ellos.
Es una manera cómoda de afrontar la vida siempre en comunidad con otra persona, la cual suele salir perjudicada en el intercambio.
Este tipo de parasitismo suele darse casi siempre en el núcleo familiar aunque también aparecen casos en el ámbito de las amistades, laboral y en los negocios.
Son típicos los casos en los que un hijo se aprovecha hasta la saciedad de la protección de sus padres, o una viuda que no permite que su hijo encuentre novia para evitar quedarse sola, un marido que se desentiende de las labores y deberes familiares o incluso la despreocupación por parte de un socio en un negocio a sabiendas de que el resto de socios lucharán por salir adelante.
La forma de vida de estos «vampiros» es conseguir que los demás hagan el trabajo duro, se enfrenten a los problemas, arriesguen, se preocupen… de tal forma que ellos no tengan que hacerlo y se encuentren el camino ya andado, liso y seguro.
Estos «chupasangres» necesitan estar siempre con alguien para sobrevivir. Si en algún momento llegan a encontrarse solos se hundirán hasta el fondo pues son incapaces de valerse por si mismos y de enfrentarse a la vida.
MI CONSEJO: pon atención sobre las personas que te rodean e intenta detectar a estos parásitos. Si tienes la desgracia de tener a un «vampiro» chupando de ti, busca la manera de alejarte de esa persona. Te aseguro que la vida te cambiará si consigues liberarte.
© Rafa